El concierto que festejó los treinta años de la FIL tuvo un lleno total.
Nallely Pérez
Congregados por la música, el Foro FIL fue abarrotado la noche de este primero de diciembre por un público diverso, entre el que se podía observar desde niños en hombros hasta septuagenarios. La noche profunda en la que el bolero y el rock se fusionarían con motivo de los festejos de la trigésima edición de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara comenzó puntual. A las 21 horas el lugar se oscureció para dar paso a los electrificantes acordes de “Bésame mucho”, tema que la oriunda de Zapotlán El Grande, Consuelito Velázquez, legó al mundo para ser covereado incluso por aquellos que aseguraban ser más famosos que Jesucristo.
Detrás de los músicos en escena, imágenes de un México en blanco y negro de la Época de Oro se proyectaban para completar la atmósfera que invitaba a los presentes a moverse con cadencia al ritmo del soundtrack del imaginario colectivo connacional. El tono oscuro con el que José Manuel Aguilera gestó el recital quedó de manifiesto desde el título de los temas interpretados: “Virgen de medianoche” por la tapatía Valentina González, “Flores negras” por Luis Alberto Navejas de Enjambre, y “Amor de medianoche”, tema que según las rechiflas del público Juan Cirerol no ejecutó a la altura; episodio éste que contrastó con la intervención de Denisse Gutiérrez de Hello Sea Horse, quien con su poder vocal erizó la piel de varios.
El turno de un Gerardo Enciso profetizando en su propia tierra; el ovacionado José Manuel Aguilera, artífice de la velada, y la intervención de Cecilia Toussaint, antecedieron la presencia de Saúl Hernández, tal vez la personalidad más esperada de la noche, quien recordó a los presentes que las ratas no tienen alas para después presentar a Jaime López, el decano de los cantantes ahí presentes, el cual pese a ya pertenecer a la tercera edad fue, sin duda, el que más contorciones hizo en escena.
Ante el grito de “otra, otra”, el elenco de cantantes y músicos, entre los que se encontraba Alfonso André, hicieron un encore al ritmo de “Una copa más”, tema con el que la noche llegó a su fin, no sin antes agradecer a la audiencia su entrega y recordar el sello de identidad que la FIL de Guadalajara brinda desde 1987 a la vida cultural de nuestro país.
Personalidades del rock nacional muestran la melancolía del bolero. Foto: Cuartoscuro
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